Descubre Oslo en 48 Horas: Tu Guía Rápida para un Fin de Semana Perfecto
¿Solo tienes 48 horas para explorar Oslo? ¡No te preocupes!
Las rutas que te comparto a continuación son las mismas que he seguido cada vez que recibo a familiares o amigos que vienen por primera vez. Después de 16 años viviendo en la ciudad, he aprendido a combinar lo mejor de la historia, la cultura, lo antiguo y lo nuevo, para ofrecer una experiencia completa en poco tiempo.
Desde museos que te transportan al pasado hasta zonas modernas llenas de vida, este itinerario te lleva por los lugares más esenciales de Oslo, sin que te pierdas de nada importante.
Aquí tienes una guía práctica para moverte con facilidad y aprovechar al máximo tu fin de semana. Está pensada para que te lleves la impresión más completa posible de la esencia de Oslo, incluso si solo tienes un par de días para descubrirla.
Mañana: Museos en la Península de Bygdøy
Comenzaremos el día partiendo desde Jernbanetorget, en el corazón de Oslo, para facilitar el acceso al transporte que nos llevará a la península de Bygdøy, una zona rica en historia, arte y cultura, famosa por su impresionante oferta de museos.
Mis favoritos en esta parte de la ciudad son el Museo de Barcos Vikingos (que, lamentablemente, está en renovación hasta 2027), el Museo Fram y el Norsk Folkemuseum.
Pero el verdadero tesoro de Bygdøy es el Norsk Folkemuseum (Museo Folklórico Noruego), que personalmente considero un lugar único e imprescindible. Este museo al aire libre es un viaje en el tiempo que no solo te invita a descubrir la historia de Noruega, sino que te permite experimentar la vida rural noruega de una forma completamente inmersiva.
Las exposiciones no son solo objetos o imágenes, sino casas, granjas, y edificaciones originales que han sido trasladadas directamente desde diversas partes del país para preservar las raíces de la cultura noruega. Imagínate caminar por un antiguo pueblo noruego, observando cómo vivían nuestros antepasados, mientras te encuentras rodeado de construcciones que datan de siglos atrás.
Entre las casas que verás, está la famosa Stave Church (Iglesia de Madera), una de las estructuras más antiguas de Noruega, que data del siglo XIII. Es como dar un paso atrás en el tiempo, sin perder la conexión con el presente. Las exhibiciones sobre la vestimenta tradicional, las celebraciones populares y las costumbres locales te darán una visión única sobre la vida cotidiana noruega a lo largo de los siglos.
Este lugar es, sin duda, una de las mejores maneras de sumergirse en la esencia de Noruega, y si eres un amante de la historia, te aseguro que no solo aprenderás mucho, sino que también sentirás que has dado un paseo por el alma de Noruega.
Si te quedan ganas de explorar más museos en esta área, puedes visitar el Museo del Holocausto, donde podrás conocer la historia conmovedora y devastadora de este período, y reflexionar sobre las lecciones que nos deja. También está el Museo Fram, donde podrás explorar las históricas expediciones polares de Noruega y conocer los logros de los audaces exploradores noruegos que se enfrentaron a condiciones extremas para conquistar los polos. Es un viaje fascinante a través de las hazañas más desafiantes que marcaron el rumbo de la historia.
Y si buscas algo más de aventura, el Museo Kon-Tiki es perfecto para familias con niños. El museo cuenta la famosa expedición de Thor Heyerdahl, quien cruzó el Pacífico en una balsa. Es una experiencia visualmente emocionante con recreaciones interactivas, que permiten a los niños conocer de cerca la increíble hazaña y aprender de manera divertida sobre las culturas y los desafíos enfrentados en este viaje.
Cómo llegar: Desde el centro de Oslo, toma el autobús 30 o 31 en Jernbanetorget (cerca de la estación central) y bájate en Folkemuseet, que te deja justo frente a ambos museos.
Almuerzo: Puedes almorzar en el mismo Folkemuseet, que tiene un pequeño café con vistas al campo.
Tarde: Parque Vigeland y Museo Nacional
Después de un almuerzo relajado, te sugiero que te dirijas al Parque Vigeland, uno de los lugares más emblemáticos de Oslo. Este parque al aire libre es un verdadero museo de esculturas, con más de 200 obras del famoso artista noruego Gustav Vigeland.
Aquí, no solo disfrutarás del arte en su forma más impactante, sino que también podrás caminar por amplias avenidas rodeadas de jardines y senderos, en un entorno natural impresionante. Es un lugar perfecto para reflexionar sobre la conexión entre el arte y la naturaleza, mientras exploras sus monumentales esculturas que representan diversas etapas de la vida humana.
Cómo llegar: Desde el Museo Folklórico, toma el autobús 30 hasta Olav Kyrres Plass y luego el tranvía 20 que te llevará directamente a Vigelandsparken.
Después de pasear por el Parque Vigeland y admirar las esculturas, te recomiendo dirigirte a Bjørvika, una zona moderna y vibrante junto al fiordo. Este área es perfecta para relajarte junto al agua y disfrutar de las vistas del fiordo y la arquitectura moderna de Oslo.
Aquí también puedes visitar el Museo de Munch, hogar de obras mundialmente famosas como "El Grito" de Edvard Munch. Es una parada excelente para quienes quieren conocer más sobre el legado de Munch en un espacio que destaca tanto por su arquitectura como por su oferta cultural.
Cómo llegar: Desde el parque, toma el tranvía 15 hasta Solli, y luego el tranvía 13 hacia Bjørvika.
Noche: Cena en Bjørvika
Para terminar el día, disfruta de una cena en Bjørvika, un área vibrante junto al fiordo que combina lo mejor de la gastronomía de Oslo con una vista espectacular al agua. En esta zona encontrarás una amplia variedad de opciones para todos los gustos: desde restaurantes de alta gama, perfectos para una cena elegante, hasta bares y bistrós más relajados donde podrás disfrutar de una copa mientras ves el atardecer.
Además, la ubicación de Bjørvika hace que sea ideal para caminar de vuelta a Jernbanetorget, la estación central de la ciudad. El paseo es corto y sencillo, permitiéndote aprovechar al máximo tu tiempo y regresar a tu alojamiento sin complicaciones.
Mañana: Caminar por Karl Johans Gate y pasear por el Palacio Real
Comienza el día con un paseo por Karl Johans Gate, la calle peatonal más famosa de Oslo, llena de tiendas, cafés y restaurantes. Es una de las principales arterias de la ciudad, siempre animada y perfecta para absorber el ritmo de Oslo. A medida que caminas por la calle, llegarás al Palacio Real, una impresionante construcción rodeada de hermosos jardines. Si tienes suerte, podrás presenciar el tradicional cambio de guardia, que ocurre en la entrada principal. Después, puedes relajarte paseando por los tranquilos jardines del palacio o continuar explorando los alrededores, que ofrecen una mezcla de arquitectura clásica y moderna.
Almuerzo: En las cercanías de Solli o Frogner.
Tarde: Museo Nacional
Después de almorzar, sigue tu recorrido hacia Aker Brygge, una zona vibrante junto al fiordo que combina arquitectura moderna con una vista espectacular al mar. Es uno de los lugares favoritos tanto de locales como de visitantes para pasear, comprar, comer o simplemente relajarse. Desde aquí, a solo unos pasos, puedes visitar el Museo Nacional, uno de los espacios culturales más importantes del país.
El Museo Nacional alberga una impresionante colección de arte, diseño y arquitectura, desde obras clásicas hasta expresiones contemporáneas. Aquí podrás descubrir piezas emblemáticas de artistas noruegos como Harriet Backer, Nikolai Astrup y Christian Krohg, junto a una selección de arte internacional que enriquece el panorama. Es un recorrido visual que te ayuda a entender cómo ha evolucionado la identidad artística noruega en diálogo con el resto del mundo.
Después de la visita, puedes volver a Aker Brygge para disfrutar de sus tiendas, galerías, cafeterías y restaurantes al borde del agua. Si el clima lo permite, tómate un descanso en alguno de sus muelles con un café o un helado y contempla la vista al fiordo, mientras los barcos van y vienen y el ambiente de la ciudad cobra vida a tu alrededor.
Y si te quedas con ganas de seguir explorando arte, al final del malecón, en el área de Tjuvholmen, encontrarás el Museo Astrup Fearnley. Esta galería de arte contemporáneo, con su arquitectura única diseñada por Renzo Piano, ofrece una experiencia más vanguardista. Además, el camino hasta allá está lleno de esculturas al aire libre y rincones perfectos para tomar fotos o simplemente disfrutar del paisaje urbano junto al mar.
Noche: Cena con vistas y paseo al atardecer
Para cerrar el día con broche de oro, te recomiendo quedarte por la zona y disfrutar de una cena en alguno de los restaurantes frente al mar, ya sea en Aker Brygge o Tjuvholmen. Ambos lugares ofrecen un ambiente relajado y muchas opciones gastronómicas, desde comida noruega hasta propuestas internacionales.
Si aún te queda energía después de cenar, puedes dar un paseo hasta Akershus Festning, la antigua fortaleza medieval que se alza sobre una colina con vistas al fiordo. Es un lugar tranquilo para caminar mientras cae el sol, y las vistas al atardecer sobre el agua son realmente especiales.
Desde allí, estarás relativamente cerca de Jernbanetorget, el punto central de transporte de la ciudad, por lo que volver a tu alojamiento será rápido y sencillo en tranvía o autobús.
Espero que esta guía te haya sido útil y, sobre todo, que la disfrutes tanto como yo cada vez que la comparto con gente querida.
Es una ruta sencilla, pero que he ido puliendo con el tiempo, a base de paseos con familia y amistades que venían con poco tiempo, pero con muchas ganas de conocer Oslo.
Si te animas a hacerla, me encantaría saber cómo te fue. ¿Te sorprendió algún lugar? ¿Cambiarias algo? Escríbeme, me hace mucha ilusión leer las experiencias de quienes me leen y aplican mis guías y consejos.!
